Y justo cuando piensas que no te quedan lágrimas
puedes escuchar cómo tu corazón se rompe
y notas una sensación asfixiante en el pecho.
Es como si los pedazos quebrados se separasen
para no volver a juntarse.
Porque te dicen que si viene alguien y te abraza con la suficiente fuerza
podrán unirse de nuevo.
Pero es mentira, siempre seguirás igual de rota.
Lo que pasa es que aprenderás a ocultárselo a la gente
detrás de esa sonrisa que nadie nota.
Y lo peor es que esta vez parece que no pasará.
Echas de menos a la niña que eras antes de que todo se echase a perder,
pero no hay marcha atrás.
Ahora ya estás marcada para siempre,
un tatuaje sin tinta que recorre tus sistemas
recordándote siempre que no eres lo suficientemente buena.
Quieres dormirte y no volver a despertar.
No puedes aguantar ni un segundo más en esta vida de complejos y angustia.
Tomad esto como una nota de suicidio.
Quizás me falte el valor,
pero no las ganas.
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