jueves, 29 de septiembre de 2016

Nota de suicidio de una cobarde

Y justo cuando piensas que no te quedan lágrimas
puedes escuchar cómo tu corazón se rompe
y notas una sensación asfixiante en el pecho.
Es como si los pedazos quebrados se separasen
para no volver a juntarse.
Porque te dicen que si viene alguien y te abraza con la suficiente fuerza
podrán unirse de nuevo.
Pero es mentira, siempre seguirás igual de rota.
Lo que pasa es que aprenderás a ocultárselo a la gente
detrás de esa sonrisa que nadie nota.
Y lo peor es que esta vez parece que no pasará.
Echas de menos a la niña que eras antes de que todo se echase a perder,
pero no hay marcha atrás.
Ahora ya estás marcada para siempre,
un tatuaje sin tinta que recorre tus sistemas
recordándote siempre que no eres lo suficientemente buena.
Quieres dormirte y no volver a despertar.
No puedes aguantar ni un segundo más en esta vida de complejos y angustia.
Tomad esto como una nota de suicidio.
Quizás me falte el valor,
pero no las ganas.

Warning

   No puedo obligarte a nada. Ya sabes, solo el papel, o en su defecto este blog, nos conecta; yo escribo y tú lees, yo me arranco el alma para que tú puedas recibir un pedazo de ella. Pero sin embargo sí puedo aconsejarte, aunque quizás estos consejos caigan en saco roto, quién sabe. 

   Simplemente decir que si eres tan inestable como yo no deberías leer estos poemas, pues lo único que hago es plasmar lo que he sentido por esa persona, en aquel lugar o aquel día, y lo que mi corazón ha sufrido. Por eso es que si no quieres caer aún más profundo de lo que ya has caído, deja de leer. 

   Pero bueno, ya sabes lo que dicen: si no te han pedido un consejo, probablemente no lo escuchen cuando lo reciban. Así que si decides leerlo buena suerte, amigx. Nunca digas que no te he avisado, y que Dios se apiade de tu alma. O el Diablo, eso queda a su elección.

A ti

A ti

Gracias a ti.
Solo a ti.
Porque si no hubiese sido por ti
nunca habría descubierto la maravilla 
de la poesía.